El año se anticipa muy agitado. Un importante número de sindicatos anuncia huelgas de brazos caídos para defender prestaciones y ascensos ofrecidos, además, es de esperarse, para proteger los empleos.
Todo nuevo año es expectativa, esperanza, incertidumbre, peligro, oportunidad y desafío. Queda en manos de cada uno de nosotros construir un buen año, avanzar en lo que nos hayamos propuesto, superar debilidades, aprender y capacitarnos para que al final terminemos mejor que al inicio.
El país enfrenta un deterioro en la seguridad, como lo advierte el Ministerio de Exteriores de España, que aconseja a sus nacionales no viajar a El Salvador, y si lo hacen, tomar todas las precauciones para reducir los riesgos a sus vidas y sus bienes, como han alertado también Washington y gobiernos europeos.
En un mundo sacudido por fanatismos, odios y ceguera moral, los salvadoreños “tenemos el privilegio” de ser el país más violento de la Tierra, por encima de la arrasada Venezuela, en parte, a causa de la incapacidad de las autoridades de seguridad.
Los que viven en este suelo están muy conscientes de esa realidad, consecuencia de las torpezas y la mala bilis del oficialismo, que a finales de 2016 anunció medidas para provocar un cataclismo en el sector productivo, afectando o destruyendo medianas y pequeñas empresas, muchas de las cuales sufren adicionalmente las depredaciones y extorsiones del crimen organizado.
Es imposible alcanzar la paz interna si al lado de operativos policiales el partido oficial continúa propagando el odio de clases y busca sin pausa la manera de hostigar a productores, sectores y personas, sea a través de acosos fiscales, de campañas de desprestigio, de troles y de amenazas directas como en el caso de las marchas contra la Sala de lo Constitucional.
Los mismos militantes del montón, “las bases”, están sujetos, como lo dijo Medardo, a reiterados lavados de cerebro cuando flaquean en sus fanatismos e intentan pensar por su cuenta.
Lavarle el cerebro a alguien es casi el equivalente a lo que los talibanes le hicieron a una pobre mujer a la que decapitaron por salir de compras sin su marido.
La lucha contra la corrupción se debe librar no sólo en el frente de la Sección de Probidad de la Corte, sino también en la Fiscalía, de quien la población espera más al observar que si bien se ha procesado a personas vinculadas a la oposición, no procede, hasta el momento, contra presuntos enriquecidos ligados al oficialismo actual, que inclusive ha blindado algunos nombrándolos en ministerios.
El país enfrenta un deterioro en la seguridad, como lo advierte el Ministerio de Exteriores de España, que aconseja a sus nacionales no viajar a El Salvador, y si lo hacen, tomar todas las precauciones para reducir los riesgos a sus vidas y sus bienes, como han alertado también Washington y gobiernos europeos.
En un mundo sacudido por fanatismos, odios y ceguera moral, los salvadoreños “tenemos el privilegio” de ser el país más violento de la Tierra, por encima de la arrasada Venezuela, en parte, a causa de la incapacidad de las autoridades de seguridad.
Los que viven en este suelo están muy conscientes de esa realidad, consecuencia de las torpezas y la mala bilis del oficialismo, que a finales de 2016 anunció medidas para provocar un cataclismo en el sector productivo, afectando o destruyendo medianas y pequeñas empresas, muchas de las cuales sufren adicionalmente las depredaciones y extorsiones del crimen organizado.
Es imposible alcanzar la paz interna si al lado de operativos policiales el partido oficial continúa propagando el odio de clases y busca sin pausa la manera de hostigar a productores, sectores y personas, sea a través de acosos fiscales, de campañas de desprestigio, de troles y de amenazas directas como en el caso de las marchas contra la Sala de lo Constitucional.
Los mismos militantes del montón, “las bases”, están sujetos, como lo dijo Medardo, a reiterados lavados de cerebro cuando flaquean en sus fanatismos e intentan pensar por su cuenta.
Lavarle el cerebro a alguien es casi el equivalente a lo que los talibanes le hicieron a una pobre mujer a la que decapitaron por salir de compras sin su marido.
La lucha contra la corrupción se debe librar no sólo en el frente de la Sección de Probidad de la Corte, sino también en la Fiscalía, de quien la población espera más al observar que si bien se ha procesado a personas vinculadas a la oposición, no procede, hasta el momento, contra presuntos enriquecidos ligados al oficialismo actual, que inclusive ha blindado algunos nombrándolos en ministerios.
Lo que daña a un sector
daña a toda la economía nacional
daña a toda la economía nacional
El año se anticipa muy agitado. Un número importante de sindicatos anuncia huelgas de brazos caídos para defender prestaciones y ascensos ofrecidos, además, es de esperarse, para proteger los empleos de personas que inevitablemente van a perderlos si el gobierno actual no revierte las tablas salariales que con dedicatoria al desastre ha decretado.
Las industrias afectadas directamente son parte de cadenas productivas que de inmediato sufren los desquiciamientos económicos, hasta dañar la economía en su conjunto.
Todo lo malo que amenaza a los pueblos puede esperarse de grupos ciegos al clamor de la población, como el que se ha hecho con el poder en El Salvador.
Las industrias afectadas directamente son parte de cadenas productivas que de inmediato sufren los desquiciamientos económicos, hasta dañar la economía en su conjunto.
Todo lo malo que amenaza a los pueblos puede esperarse de grupos ciegos al clamor de la población, como el que se ha hecho con el poder en El Salvador.
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